domingo, 2 de noviembre de 2008

La carrera por la Casa Blanca



El fantasma de Bradley

En 1982, Tom Bradley, un ignoto alcalde de Los Ángeles, decidió aspirar a convertirse en el futuro gobernador de California, Estado que hoy es inexplicablemente liderado por Arnold Swarzeneger –más conocido por su fisicoculturismo que por sus aptitudes políticas-. La campaña fue implacable y, al igual de lo que sucede en la actualidad con el candidato demócrata, los sondeos vaticinaban una indiscutida victoria.

Sin embargo, el día de los comicios sorprendió a todos los californianos. Inexplicablemente, al menos desde la ingeniería electoral, el candidato negro sucumbió ante los votos obtenidos por parte de su contrincante. Lo que sucedió fue claro. Los encuestados no reconocían ante los sondeos su voto porque tenían temor a ser considerados “racistas”.

El martes, millones de estadounidenses votarán en un cuarto oscuro, amparados de la mirada de los otros –pero jamás de la propia-. La historia dirá si el fenómeno Obama logrará trascender o se convertirá en un nuevo ejemplo de la hipocresía racial de los ciudadanos del norte.

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