viernes, 17 de octubre de 2008

Los puños de una mujer



VIOLENCIA EN EL HOGAR: CUANDO EL SEXO FUERTE ES LA VÍCTIMA

Cada vez más hombres son agredidos por sus novias, esposas y compañeras. Muchos se niegan a hacer denuncias por vergüenza.

No son muchos los casos que se conocen en los que figuran hombres golpeados por mujeres. El porcentaje que se maneja en diversas organizaciones de violencia familiar es del 2 por ciento, que aumentan en gran proporción aunque se registran pocas denuncias. Si bien las mujeres son las que sufren la mayoría de las situaciones de violencia en el hogar, no todos los hombres están al margen de este tema.

“El maltrato en la pareja no pasa por una cuestión de género. El avance femenino en la conducción de la familia está alterando muchas simetrías que se conocían hasta hoy en una relación de hombre y mujer”, explica la psicóloga Susana Pérez, y asegura que, si se tiene en cuenta la violencia simbólica, hay muchos casos en que la mujer maltrata al hombre con descalificaciones y todo tipo de agresiones verbales.

Por otro lado, la necesidad afectiva en un varón juega en contra en el momento de analizar su autoestima. En la mayoría de los casos, la falta de confianza en sí mismo lo hace vulnerable ante su compañera y la sensibilidad aumenta si es ella la que trabaja, mantiene la casa y se ocupa de ciertos temas relativos a la pareja.

Autoestima, soledad y dependencia

Según Pérez, los hombres que suelen ser maltratados por una mujer reúnen una serie de características que tienen que ver con la dependencia emocional. Los varones víctimas de de sus parejas suelen tener una tendencia de exclusividad en sus relaciones: “Se sienten más cómodos hablando encerrados con una persona, antes que en un grupo de gente en la que no pueden encontrar un apoyo afectivo, lo que hace que se sientan solos”, comenta la licenciada.

A su vez, los hombres con personalidad dependiente padecen falencias como la subordinación ante su pareja –que eleva la tendencia narcisista de la misma–, el miedo ante una posible separación –lo que podría ocasionarle desde depresiones hasta trastornos mentales–, y la intolerancia a la soledad, por miedo a quedarse sin “el pilar afectivo con el que conviven”.

La psicóloga afirma que, si bien no hay tantos casos de hombres golpeados, todos los que se conocen son una mezcla entre baja autoestima del varón y la personalidad dominante de la mujer. Estos son casos en los que el sexo femenino “se convierte en un ente totalmente abusivo y severo”.


Si bien el maltrato de una mujer hacia un hombre aún no es popular en la sociedad, fuentes consultadas afirman que es una problemática en expansión y reclaman investigaciones y soluciones. A su vez, las denuncias no aumentan y la baja autoestima lleva a algunos hombres a resignarse, subordinarse, y llevar una vida aferrada y manejada por sus respectivas parejas.

Antecedentes y casos

Una abogada del equipo de violencia familiar de la Procuración General de la Ciudad, que optó por resguardarse bajo el secreto profesional, asegura que desde 2005 sólo se registraron tres casos. “Las denuncias de violencia a mujeres suelen mantener determinado parámetros o cosas en común; mientras que, en el caso de los hombres, sólo comparten un rasgo: los celos femeninos”, explicó la abogada y agregó que esas denuncia siempre se hacen cuando hay hijos de por medio. Por otro lado, hay muchos varones que no se animan a recurrir a la justicia “por vergüenza y miedo a que los traten como tarados”, asegura la fuente de la Procuración.

- El primero de los casos registrados por el ente estatal ocurrió en el barrio porteño de Constitución, en el que un hombre de aproximadamente de 35 años fue apuñalado por su esposa, quien creía que su marido le era infiel.

- En 2006, un joven de 27 años del barrio de Flores abandonó su casa porque no toleraba las escenas de celos de su pareja, quien lo amenazó con matar a sus dos hijas y suicidarse. Durante el tiempo de concubinato, el hombre fue víctima de arañazos, mordiscos y golpes.

- El último caso registrado por la Procuración de la Ciudad data de enero de 2007. La pareja discutía todas las noches a causa de que la mujer sentía que su marido no la valoraba. Durante el último altercado, ella empapó del alcohol a su esposo quien terminó internado casi dos meses con peligro de muerte.


Por Marcela Troncatti Castillo y Alan Cianfagna

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si mi jermu (sentada aca al lado, te manda saludos enana) me faja, yo no voy a dudar en armar un grupo de auto ayuda con los muchachos.