La concepción del mundo dividido ya se esfumó, al mismo ritmo en el que el universo glamoroso invadió todos los poros de las sociedades más alejadas del centro capitalista por excelencia: Estados Unidos.
La explosión latina y la conquista del tan encerrado mundo hollywoodense marcó un antes y un después en los fríos y conservadores parámetros de estética estadounidenses.
Ahora, a casi 20 años de la caída del Muro de Berlín, Rusia vuelve a atacar con todo e invade, de a poco, las pasarelas más codiciadas del país del norte.Prada, Gucci, Chanel, Christian Dios, Donna Karan, Valentino y Ralph Lauren son algunas de las prestigiosas firmas que abandonaron su clásico nacionalismo y propiciaron la inserción de las chicas que nacieron bajo el comunismo pero que crecieron expuestas a la obsesión por la estética y el mundo glamoroso.
Las nuevas musas soviéticas pisan fuerte en las pasarelas de todo el mundo y ya están haciendo temblar a las exponentes estadounidenses. Con una belleza envidiable, Natalia Vodianova, Natasha Poly y Sasha Pivovarova se posicionaron como las jóvenes promesas del mundo de la moda. Pálidas con rasgos excéntricos y representantes del cocaine style, que tiene a Kate Moss como una de sus máximas exponentes, las tres modelos soviéticas son las nuevas musas preferidaspor las firmas más reconocidas y sofisticadas por el mundo comercial.
A diferencia de lo que pasó años atrás, Rusia se prepara con todo y ya comienza a infiltrar su belleza en el mundo fashion, en donde hasta hace poco tenían exclusividad las chicas del tío Sam.
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