Contar la vida de una persona en 150 minutos no es fácil. Menos si esa persona es Ray Charles, el padre del soul y uno de los músicos más recordados del mundo.
Ray, comienza en la tormentosa infancia del famoso cantante. A los cinco años, luego de ser testigo de la muerte de su hermano menor, quedó ciego por un glaucoma. Pero nada le impidió que aprendiera a tocar el piano, actividad que fue mejorando cuando estudió composición en sistema braille.
La mezcla de rhythm & blues, swing y gospel –que más tarde se llamó soul- lo hizo famoso y en poco tiempo grabó sus cd’s con grandes compañías. También en poco tiempo conoció la heroína de la que pudo salir muchos años después.
A lo largo de la película se pueden escuchar algunos de los éxitos del músico como Georgia in my mind y What I’d say, además de pasar por temas como la discriminación racial.
Ray Charles es interpretado por Jamie Foxx, quien gracias a esa actuación ganó un Oscar y se consagró en el ambiente. Foxx, además, es un excelente pianista, por lo que no se necesitó de ningún doble para las escenas en donde se interpretan las canciones.
El director Taylor Hackford obtuvo los derechos del film en 1987 pero pasaron 17 hasta que consiguió el presupuesto para filmarla ya que ningún estudio de Hollywood se quiso involucrar. Unas semanas después de la finalización del rodaje del film, Ray Charles falleció. El padre del soul quedó así perpetuado en esta película que supo captar su esencia como artista y como persona.
¡Una perlita para no perderse!
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