viernes, 17 de octubre de 2008

Sellos independientes

Hazlo tu mismo o... no serás nada

Desde la devaluación, las discográficas multinacionales no apuestan a bandas innovadoras. Esto llevó a que la independencia y la autogestión rockera se presenten como la única salida para estos grupos, aunque no sea la más fácil.



El camino de la independencia, que en el marco de la vida cotidiana es sumamente gratificante, es en la música actual casi una medida impuesta. ¿Independencia impuesta?, sí. Resulta que, en la mayor parte de los casos, lejos quedaron las luchas contra las grandes discográficas por posturas ideológicas. Hoy por hoy, y luego de la crisis de 2001 que golpeó fuertemente contra las multinacionales, la independencia y autogestión, que vieron su mayor proliferación en los 90 y que han dado lugar a una serie de artistas y proyectos musicales, son sinónimos de supervivencia.

La historia de la música independiente y autogestionada bien podría remontarse a fines de los años 60 con Mandioca, sello que albergaba a Manal, Miguel Abuelo y Moris. Pero es en 1976, cuando ve la luz el primer grupo autogestionado de Argentina: Músicos Independientes Asociados (M.I.A. foto abajo a la izquierda), una cooperativa de músicos, técnicos y artistas que militaban bajo la premisa: “Primero Arte y segundo Negocio”. Más tarde, Litto Nebbia crea su propio sello, Melopea, convirtiéndose de esta manera en el primer solista independiente. La lista continúa con el mayor exponente de la autogestión y caso único en el mundo: Los

Redonditos de Ricota con Patricio Rey Discos, a mediados de los 80. Sin embargo, a partir de 1990 se produce una bisagra en la historia del rock indie. Surgen, entre otras producciones, las etiquetas Ugly (sello de “Nekro” de Fun People); Besótico (del grupo El Otro yo); y El Farolito (propiedad de Los Piojos).

La independencia: ¿ideología o única alternativa?. Es con el nacimiento del punk y su ética de hacelo vos mismo -do it yourself– que nace la noción de independencia artística. En sus comienzos elegir tomar este camino era una postura, una elección, una ideología. Ahora ser indie se ha tornado una opción casi obligada: pertenecer o desaparecer. Según el Jefe de prensa de Los Piojos, Martín Correa, esto depende de las bandas. Algunos lo toman como algo ideológico desde el discurso, pero la realidad –dice- es que la gran mayoría lo hace porque no tienen otra posibilidad. “Diría que un 90 por ciento querría llegar a una multinacional para ocuparse sólo de la música.” Por su parte, Eduardo y Jonatan, caras visibles de This Lonely Place Cooperative Records, opinan que ambas posturas conviven. “Para nosotros TLP conlleva una carga ideológica importante, pero sabemos que al mismo tiempo hay muchos grupos que lo único que tienen, aunque sea en determinados momentos de la carrera, es algo como TLP para poder seguir tocando, reduciéndose a esto o a la nada”, expresa Jonatan.

Un informe sobre el sector discográfico realizado por la Subsecretaria de Gestión Cultural e Industrias Culturales revela que las grandes discográficas han suspendido casi por completo la búsqueda y el desarrollo de nuevos artistas y contenidos. De hecho, -detalla- casi todas las filiales argentinas han eliminado de sus estructuras el departamento de Dirección artística, responsable de esa tarea, dejando esta función a sellos y productores independientes. Para Correa esto ocurre “porque, salvo honrosas excepciones, las multinacionales van a lo seguro y piensan casi siempre en los negocios antes que en la música”. Además, “apostar a alguien nuevo siempre conlleva un riesgo y para estas empresas el riesgo más grande es el económico”, opina Eduardo y para finalizar, denuncia: “Al mismo tiempo, las empresas que captan bandas se fijan mas que nada en cómo de-formarla para poder exprimirla al máximo y sacar así la mayor cantidad de ganancias monetarias posibles, olvidando y pisoteando por completo la integridad artística de los músicos”.

Los músicos sean unidos
Como se vio, ser indie no es fácil, ni tampoco gratuito. Entonces, ¿por qué creció la producción independiente en los últimos años? Una de las razones podría ser la creación de un espacio como la U.M.I -Unión de Músicos Independientes y Autogestionados-, organización fundada, hace cuatro años y medio, por bandas como El otro yo y solistas como Diego Boris, que, según dice su pagina web, “propone solucionar de manera colectiva los problemas que no se pueden resolver de forma individual”.

En la U.M.I. los artistas asociados, que ya son más de 1.660 y pagan una módica cuota, obtienen beneficios en las etapas de producción, fabricación, distribución y difusión del material. Ayuda no menos importante, ya que este último es otro obstáculo que deben enfrentar.

Por Gabriela Sánchez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo bien, pero me canse de escuchar a los musicos under renegar de los grandes sellos.

VAMOS MUCHACHOS

Todos sabemos que en cuanto les tiren un huesito lo van a comer con todas las ganas. Eso es de resentidos.