viernes, 10 de octubre de 2008

Mi novio es un criminal: ¿Cómo son las mujeres que se animan a vivir con un probado asesino?

Asumir el pasado de una pareja es, de por sí, una cuestión complicada. Pero si ese pasado está marcado por una muerte y encima el actual amor es el acusado confeso, se complica aún más.

El caso del dentista platense que se convirtió en un ícono del humor negro y el cinismo, es uno de los más emblemáticos. Ricardo Barreda, el hombre que asumió haber asesinado a su suegra, mujer e hijas; logró volver a enamorar a una mujer y que no sienta temor alguno.

¿Qué le pasa a la novia de Barreda?

La elección de una pareja es un acto irracional en sí. De hecho, la ciencia todavía no se explica fehacientemente qué es lo une a las personas. Sin embargo, cuando las circunstancias son adversas, al menos en cuanto al morboso historial de quien fue condenado por homicidio, la elección de esa persona se torna más irracional aún.

Existe una característica salvadora en este tipo de casos. Por lo general, ese tipo de mujeres (u hombres, depende el caso) sienten que pueden salvar a su pareja y que deben hacerlo”, explica a ASI NO la psicóloga Beatriz Goldberg.

Con respecto a las características de este tipo de parejas, la psicóloga comenta que tiene una explicación multicausal. “Se combina la baja autoestima, con el sentimiento de salvación y las ganas de ser reconocido ante la sociedad”, resume Goldberg.

Según la explicación de la fuente, las personas con baja autoestima son propensas a iniciar este tipo de relaciones porque quien está encerrado tiene poca capacidad de elección. “No sólo por el hecho de que esté preso sino también porque son personajes a los que la gente suele alejárseles”, completa la autora de Soy mujer, ¿y qué?.

En el caso puntual de la nueva mujer de Barreda, el nuevo amor viene de la mano de un historial mediático sin antecedentes. “Elegir como pareja a un homicida es una elección compleja pero se torna más extraña cuando la persona fue condenada por haber asesinado a sus propias hijas”, explica Goldberg aunque agrega una salvedad: “Puede ser que ella se sienta más protegida por la justicia por la relevancia mediática del caso”.

Sin embargo, la especialista considera que existe una ansiedad por el reconocimiento público por parte de Berta, la actual mujer del dentista. “Por más que ella pida privacidad, existen unas ganas de ser reconocida que son irrefutables. El caso de su pareja es muy conocido y repudiado por la sociedad total”, resume para ASI NO Goldberg.

En tiempos en los que la concesión de la prisión domiciliaria de uno de los asesinos más parodiados de la historia policial conmociona a los argentinos, una mujer eligió recibirlo en su casa pese a su oscuro pasado.

Por Manuela Fernández Mendy

1 comentario:

Anónimo dijo...

y yo le doy al viejo

que queda?

la mina debe ser un cuco