Angelina tendrá a Brad, pero Jennifer tiene una neurona

El eterno triángulo amoroso entre Angelina Jolie, Brad Pitt y Jennifer Aniston sigue alimentando los bolsillos de todas las revistas amarrillas del espectáculo. Si la ex Friends está o no embarazada, si Brad duerme con Angelina o si la ex pareja dorada de Hollywood se sigue viendo a escondidas; son algunos de los frecuentes titulares de publicaciones como el Daily Mail o The Sun.

Sin embargo y para victoria de “Rachel”, un grupo de científicos decidió solidarizarse con la actriz y nombró a una neurona “Jennifer Aniston”. Sí, leíste bien. Ahora, una de las neuronas que tenés en tu cabeza se llama Jennifer y, si querés ser más formal, Jennifer Aniston.

Según publica 20 Minutos, un equipo científico de la Universidad de Leicester realizó un experimento con pacientes epilépticos en el que les mostraban fotografías de gente famosa y lugares populares para monitorear sus reacciones cerebrales.

“Descubrimos que hay un tipo extraordinario de neuronas en el área del hipocampo y su alrededor que respondían muy fuerte a cosas y personas que nos son relevantes o conocidas”, explica Rodrigo Quian Quiroga, un miembro del equipo y agrega: “Vimos, por ejemplo, que la que llamamos neurona Jennifer Aniston respondía cuando le mostrábamos al paciente la fotografía de la actriz y no respondía a nada más”.

Al parecer, la investigación propiciaría el entendimiento de enfermedades como la epilepsia, el alzheimer o la esquizofrenia dado que están relacionadas con las funciones del hipocampo –área del cerebro analizada en el procedimiento-. Además, el diario español resalta que, de avanzar en el área, se podría desarrollar una tecnología médica que “involucre la lectura de la mente en aparatos robóticas controlados por señales cerebrales”. ¿No será demasiado para la pobre Jennifer?

Según los dichos del especialista, tenemos una neurona que sólo se activa cuando vemos a la actriz o escuchamos su nombre. Esto, a simple vista, explicaría el motivo por el cual la no tan desopilante vida de la actriz se convirtió en la fascinación de millones. Sin embargo, resulta inevitable preguntarse cuáles son los alcances de la investigación y por qué este grupo de científicos no “pierde su tiempo” buscando alguna cura un poco más relevante.